lunes, 16 de julio de 2012

La mirada es el espejo del alma

 ¿Recuerdas el día en que me preguntaste si te quería?... mi respuesta no te agradó demasiado... vi como tus ojos se llenaban de lágrimas que caían, surcando el aire, hasta alcanzar el enlosado suelo. Sentí tu frustración al ver que nada había salido como deseabas, que todo había fracasado a pesar de que te habías esmerado al máximo...
Me habías dedicado una cantidad de tiempo inimaginable, un tiempo valioso que podrías haber destinado a otras ocupaciones; habías organizado aquella tarde romántica para mí y habías preparado bellas palabras para encandilarme... Lo habías calculado todo al milímetro, sin dejar nada a la suerte, convenciéndote más y más de que todo sería perfecto... pero no tuviste en cuenta mis posibilidades, mi libertad de decisión apenas existente...
Al recordar tu voz pronunciando esas dos palabras que tanto significaban para ti, con tono tranquilo y sosegado y porte firme y elegante, todavía no me atrevo a determinar la cantidad de veces que debiste vocalizarlas previamente, escrutando cada indicio de nerviosismo en tu reflejo, por minúsculo que fuera, con el fin de corregirlo y modificar tu apariencia, al inicio ávida y alterada, en una completamente distinta... calmada, apacible...
No podía dejar de mirarte, reparando en cada una de las facciones de tu rostro, entonces inundado de decepción.
Tú y yo, rodeados de silencio... un silencio incómodo y cargante que, a pesar de contener el cantar de los pajarillos sobrevolando nuestras cabezas o el murmullo de la mansa brisa zarandeando mis cabellos y colándose entre los tuyos, carecía de palabras... 

Busqué desesperada tu mirada... me asombró toparme con tal cuantía de dolor acumulada en la claridad de tus ojos que, iluminados por el sol, parecían más sagaces que nunca, a pesar de la tristeza que los recorrían... Pero distinguí otros sentimientos en tu apesadumbrada mirada: el desasosiego al ver el desenlace de todo lo ocurrido, la confusión de que algo no encajaba, el coraje de seguir allí, a mi lado... Cientos de sensaciones distintas recorrían tu mente y se reflejaban en tus ojos. Toleraste mi mirada una fracción de segundo y tras esto la rehuiste y te aislaste de nuevo en tu atormentado juicio. Con la cabeza gacha, reflexionabas sobre la situación, sin dar crédito a lo ocurrido; ausente a mi persona... 
Me apené... sollozaba en silencio... me afectaba mucho verte así, quise abrazarte pero te fuiste antes de que pudiera hacerlo... y aunque no te hubieras ido, aunque hubieras seguido a mi lado; no me habría arriesgado a abrazarte, no habría desafiado de tal forma al huésped que observaba en las sombras, inexistente ante nuestros ojos...

       Te escribo esta carta, después de tantos años porque, al igual que yo supe,a través de tu mirada; tus sentimientos, las emociones que te invadían el alma, los pensamientos que recorrían tu cabeza de un lado a otro buscando la forma de encajar las piezas, de convencerte de que nada había ocurrido, de que podías volver atrás y empezar de nuevo, buscando sin descanso la receta para un futuro juntos... al igual que yo supe todo esto a través de tu mirada; tienes derecho a saber como viví yo ese momento de mi vida, como me sentí... No lamento la respuesta que te di. La misma que llenó tus ojos de lágrimas... Volvería a articular el mismo "¡NO!" una y otra vez, aunque con cada una de esas negativas apuñalara mi corazón... 


Lo que me ha motivado a escribirte esta carta es que sé que mientras yo veía tanto en tus ojos, tu solo viste rechazo en los míos y había mucho más que eso... sé que las lágrimas te empañaban la vista y que tu ajetreada mente, llena de sentimientos nuevos, nublaba tu entendimiento y te despojaban de tu capacidad de procesar los detalles que dicen tanto de nosotros... 
Sí hubieras dejado que tu mente se despejara, aunque fuera por un instante, habrías podido ver el miedo que inundaba mi mirada y bajo este, el cariño, el destello apasionado debido a tu presencia , mi incapacidad al no poder cumplir mi sueño de estar junto a ti por siempre, mi intento de protegerte contra una crueldad sin límites...  la crueldad de aquel perverso hombre, atento a todos y cada uno de mis movimientos, aquel hombre obsesionado con todo lo que tenía que ver con mi persona, aquel que me privaba de libertad... aquel que se escondía en las sombras, que me vigilaba constantemente buscando una debilidad, cualquier cosa que yo pudiera desear para acabar con ella al instante... 


Autora: JustSmileAndDreams

4 comentarios:

  1. ¡Ains, ya me deja comentar! Bieeeeeeeeen x)
    Pues nada que me encantan tus entradas y esta también porque es muy emotiva y realista. ¿Ves ese "me encanta" y ese "me gusta" que tienes? Pues no me he podido elegir entre uno solo y he puesto las dos cosas a la vez jajaja.

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    1. Tengo que buscar porque pasa eso :S
      Graciaas a mi me encantan las tuyas ;) Grasiaaaaas!!
      jajajja pues me alegro de que te guste i te encante!! ;) jaja
      Un besazo ;)

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  2. No me dejaba comentar hasta ahora Ö
    Me encantan tus entradas,son súper bonitas,me encanta la tu forma de escribir, es muy realista jajaja
    Bueno,espero que lo sigas haciendo durante muuuuuuuuuuuucho tiempo ^^

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    Respuestas
    1. Si, igual que a laura, tengo que mirar porque pasa eso ;)
      Muchas gracias jaja a mi me ancantan las tuyas, ademas no se como tienes tanta inspiracion, subes todos los dias, incluso varias!! es geniaal!
      Si, eso espero yo tambien!! ;)
      Un beso ;)

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